domingo, diciembre 31, 2006

FeliZ 2007

«Não sou nada. Nunca serei nada. Não posso querer ser nada. À parte disso, tenho em mim todos os sonhos do mundo» . Fernando Pessoa como Álvaro de Campos.

miércoles, diciembre 27, 2006




MASAJE GINKGO

Música zen y luz ocre tamizada,
velas blancas y tus manos se deslizan,
suaves, por la carne de mi alma,
como yo me deslizo cual sombra,
suave, por las aceras de Lisboa.

Húmedas piedras postran ante mí
humedades que ayer viví contigo,
implacables perforan hoy mi alma,
mientras brilla tu piel de gata negra,
complacida, feliz, ajena de añoranzas.




Estaba cercano el inicio del invierno, paseaba por una Lisboa lluviosa, sus adoquines reflejaban mi sombra trasladándola a otros momentos vividos. Del Gingko ya os hablé en otra ocasión.

domingo, diciembre 24, 2006



FeLiz NAvidaD

"Cada palabra lleva consigo una vida, un estado, un sentimiento", nos dijo Carmen Conde, poetisa española (1907-1996), la primera mujer admitida en la Real Academia Española de la Lengua.
Y hoy mis palabras son para desearos una feliz navidad. Que en estos días y siempre la paz, el amor y la salud os acompañen en vuestras vidas.
Sonrisas, besos y abrazos para todos.
La fotografía corresponde a la Plaza do Comercio, en Lisboa, naturalmente.

miércoles, diciembre 20, 2006




CONTIGO

Para defenderte de ti
derrótame,
para secar mis lágrimas
mójame,
para aunar fuerzas conmigo
relájame,
para decirme adiós en la noche
acúname,
como la hiedra al viejo carbayo
abrázame,
para encontrarme cuando amaneces
piérdeme,
piérdeme y renueva voluntades
cada día, cada luna.




En el Convento Castillo de Tomar (Portugal) encontré ventanas que abrían sendas de libertad.

domingo, diciembre 17, 2006



ALBA ESCENA

En la plácida escena
de este nido albo
sólo importa
su mirada protectora,
hoy reflejada
en este espejo
de sus ojos chiquitos.

Y ese cruce de sonrisas
complacientes,
esbozadas
al borde de los labios,
hoy cómplices,
trasmiten la esencia
de este amor
de madre
dulce, profundo,
único.



Sargent/Sorolla se el Museo Thyssen Bornemisza y la Fundación Caja Madrid en la Plaza Martin, hasta el 7 de enero de 2007.
La exposición presenta en paralelo las respectivas carreras artísticas de John Singer Sargent ( 1856-1925) y Joaquín Sorolla (1863-1923), pintores que se conocían y sentían admiración por sus obras, a pesar de ser artistas muy diferentes.
Os recomiendo esta exposición porque disfruté con muchos cuadros. Las pinturas de Sorolla sobre personajes en el mar, en la playa, son muy conocidas, los retratos de Sargent que para mí eran bastante menos, creo que merecen la pena gozarlos lentamente en directo. Y me quedé atrapada por el encanto maternal del cuadro que muestro en la fotografía.

La fotografía corresponde a un óleo sobre lienzo de Joaquín Sorolla, Madre, 1985.


miércoles, diciembre 13, 2006







OS STENSILS DE LISBOA



Nada más llegar vino a verme el dios del tiempo para dejarme claro que el tiempo no era necesario, que no existe "que ya es nuestro y lo anulamos". En Lisboa, casi siempre, anulo el tiempo.

Volvió tu sombra negra trajeada adornada de muchas alharacas, con colores fluorescentes que brillaban en la oscuridad y volviste a deslumbrarme en mis recuerdos. Kavafis era mi compañero "sé que viajo a Ítaca y nada mejor puede sucederme", a menos que tú no te encuentres en el camino, y aún así numerosas aventuras me suceden y muchas Ítacas me rodean cada día.

Su rostro apareció varias veces ayer, quise guardar su alma en envuelta digital. Reconozco las hendiduras de tu cara, las arrugas en tu frente y el ceño fruncido que nos caracteriza.

Viajé a otras nebulosas de graffitis en paredes, nada me pareció interesante, nada tan interesante como volver a Pessoa, aunque no tuve más remedio que aparcar mis pensamientos en Eugenio de Andrade:

“Creio que foi o sorriso,
o sorriso foi quem abriu a porta”.

Se cruzó tu sonrisa en la Rua das Flores, ascendiendo hasta Camoes, y ya el resto de los días te quedaste conmigo. Y era cierto "el tiempo fue nuestro y lo anulamos".

Ya sabéis que me gusta observar las paredes y recoger algunos mensajes en graffitis o stencils. Los stencils últimamente en Lisboa son muy frecuentes. Ya sabéis que los stencils son como graffitis pero hechos con una plantilla, de forma que se repiten en distintas paredes el mismo dibujo. Estas fotos son de este fin de semana pasado.

domingo, diciembre 10, 2006







Lisboa 8. Ponte 25 Avril

Las gotas de agua resbalan por los cristales de la ventana de mi habitación, levanto los ojos y entre brumas te veo gris y suspendido. Te pregunto ¿dónde están tus luces de anoche?.
"Al pie del Cristo te esperaré para disfrutar el último sol del atardecer”, dijiste ayer. Se encendieron las luces de la noche e incluso ayer había más luces que otros días. Estamos en Navidad y en Navidad las luces alumbran sentimientos comerciales.

Ahora amanezco y te has ido, está gris y llueve en el cielo de Lisboa. Yo llego y tú te has ido y esta tarde volveré al pie del Cristo, bajaré a Calcilhas para cenar, regresaré a Cais do Sodré en el último barco de las diez y se ahogarán en el Tejo mis últimas lágrimas.

Las gotas de lluvia resbalan por los cristales y dos lágrimas bajan explorando lentamente la tez de mi cara, bordeando los labios y se quedan enganchadas a mi lengua, a mi alma, que te hoy te añora.
Ayer llovía en Lisboa y la Ponte 25 de Avril lucía gris entre las brumas.

jueves, noviembre 30, 2006



Hay días que se cruzan dos desconocidas sombras fruto de vivencias afortunadas, desafortunadas, compartidas, olvidadas. De eso se trata este poema, de aquella sombra que deja en el asfalto el rumor de un encuentro inexistente.


Se diría que ya no me conoces,
porque no brillan mis ojos
en tu espejo,
ni la estela de mis pasos
en tu cuerpo,
y las primaveras nacen el otoño
en mi recuerdo.
¿Dónde habitas?
¿por qué nebulosa te conduces
que no veo te deshaces
añorando mi regazo?.

Se diría que ya no me conoces,
si has dudado
que he disuelto en azul frío,
en hielo lago,
el rojo apasionado de tus besos
en mis nubes,
si has pensado que he dejado
de quererte,
de sumar en mi piel humedades
que aún paseas.

Se diría que ya no me conoces,
si no ves que aún busco
la alfombra de rosas extendidas
a tu paso,
si no sabes que aún quedan aromas
en esquinas de mi cama, suaves
remolinos,
a la espera de un encuentro
inexistente.

Se diría que ya no me conoces
si piensas
que, perdida en el bosque
de la duda permanente,
no avanzo,
no navego otras olas, otros lares,
otras lunas que llenen tu vacío.

Se diría que ya no me conoces
si no sabes
el vacío que dejaste.


En la última reunión del grupo Encadenados se propuso la tarea de escribir un poema en el que se incluyera el verso Se diría que ya no me conoces, tomado de un texto de Juan Vicente Piqueras. Ésta es mi aportación.
La fotografía está tomada en Gijón, en el paseo de San Lorenzo, un día gris que sólo miraba el asfalto.


sábado, noviembre 25, 2006




A veces derrengado
llego hasta tu puerta,
digo tu nombre, deseo
que cures mis pies
lastimados por las nubes
con espinas que practico.

Reposo en la madera
aferrado a tu escalera,
no quiero que me veas
destruido, agotado,
incapaz de dar dos pasos
en tus labios y tu nuca.

No me atrevo a perforar
la intimidad de tu regazo,
vuelvo a la negra calle,
abrazo la húmeda noche
esperando que me alcance
un cálido rayo de luna
desde tu lejana aurora.



Me encontré con esta fuente y esta escultura una tarde caminando, ya casi al atardecer, por el centro de la ciudad de Valladolid.


¡GIJÓN SE SALE...!
Estamos de una actividad cultural desbordante, muy participativa y especialmente atractiva para mí.
Acabado el festival de Jazz, estamos con el 44 FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE GIJÓN que se inauguró el jueves 23. Podéis seguir a través del periódico digital del festival todas las películas y actividades.
Además tenemos a OUKA LELE dando en un taller de fotografía y participando en los III ENCUENTROS FOTOGRÁFICOS DE GIJÓN, junto con Chema Madoz, Angel Marcos, Abelardo Morell.
¡Ah! y el jueves 30 en el Café Trisquel, a partir de las 10 de la noche, viviremos Fusión de los sentidos, performance de música y poemas.
En otro ámbito de cosas, y más importante aún, os recuerdo que hoy, 25 de noviembre, se celebra EL DÍA INTERNACIONAL PARA LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES. La Organización de Naciones Unidas ha hecho un llamamiento a todos los países miembros para que protejan a sus mujeres y ayuden a erradicar la violencia contra ellas. Conocer la Ley Integral contra la violencia de género, publicada en el BOE de 29 de diciembre de 2004, es importante y sobretodo seguir luchando para la erradicación de toda violencia contra las mujeres. Amor y maltrato son incompatibles.
Anmistía Internacional. Por los derechos de todo el mundo. Informe Día Internacional para la eliminación de la Violencia contra las mujeres.

sábado, noviembre 18, 2006



VIOLENCIA COTIDIANA

Disfrutamos con la esencia de la improvisación hecha escena cada día, cuerpos en acción, con el movimiento y reposo de los tempos de la música de la realidad marcando los ritmos de personajes cual muñecos de guiñol sin libres argumentos.

Improvisaciones que encontramos al encuentro con la noticia en el periódico habitual, el papel predeterminado que nos toca jugar como único recurso escénico de la gran obra de teatro que es la vida vivida cada día.

A veces puede resultar innecesario el atrezzo. Resulta crudo el desnudo escenario de violencia que algunos días nos ampara, la violencia gratuita, la violencia planificada por una mente política, en conjunción con otras mentes, económicas, políticas, la violencia entre dos seres cara a cara, personajes no ficticios, víctima, agresor, con o sin remordimiento, la violencia contra las mujeres, contra los niños y las niñas, la violencia con la que desayunamos todos los días, reflejada en papel barato de un periódico.

Tal vez interpretamos algunos personajes que nos llevan al espacio íntimo del enfrentamiento gratuito por llegar a la cima, alguna cima recreada, por llegar a poseer la información y sin embargo tan huérfanos de ella en este manipulado mundo que vivimos. “Necesito información, necesito información…” grita una voz en el interior del personaje, mientras le atrapan las noticias que se meten en su cuerpo, en su mente y acaban sepultando la identidad del individuo en este mundo.

Una mirada fugaz, en un momento de escape de la angustia generada por la escena cotidiana, nos regala la aparición de la luna, que está a punto de ser casi llena. Aparece radiante en la ventana, por encima de nuestras cabezas y nos traslada a otros mares de pasión y calma. Y entonces vivimos nuestra propia identidad refugiados en la cuna plateada de sus caricias.

Me asomo a los grafitis que encuentro en la calle, algunos tienen frescura y fuerza que yo quisiera tener en mis palabras. Algunos los recojo con mi cámara. Éste lo encontré paseando por una calle de Zamora.



lunes, noviembre 13, 2006




ROJO UNICORNIO

Resulta chocante encontrarse
un unicornio al caminar,
rojo entre las brumas,
mientras las verdosas praderas,
ineludibles abrazan hoy
al dios del trueno.

En la oscuridad cayó la tarde,
despertó la inquietud negra,
sonó tu flauta dulce
más allá del nacimiento
de cascadas, valles y deseos,
cual dulce bálsamo,
repetitiva, reiterante
de añoranzas que hoy anidan
en mi alma sola, fría.

Con todos los afectos extendidos
en mi alisada falda,
soñé hasta amanecer contigo
acompañada del rumor
de tus caricias.

Y las voces acallaron
mi interior imaginado
cuando la luna inició
su alba despedida.

Algunos atardecer castellanos del otoño semejan lagunas de fuego que me acunan. Éste es un atardecer en la provincia de Valladolid.



domingo, noviembre 12, 2006

















Láminas que nadan en el aire, olas de multicolores metales que quedan varadas a la puerta de tus bodegas. Frank Gehry en acción en Marqués de Riscal. El Ciego. Álava.

Juegos de luces y reflejos donde se aquieta el tiempo para disfrutar de un Jardín zen en la bodega, los sosegados colores que entran de sus viñas, bajo la atenta mirada protectora del Castillo de Peñafiel. Legaris. Peñafiel. Ribera del Duero.

Sugerentes maridajes de bodegas y arquitectura que suman a los excelentes caldos un intenso valor añadido. Os recomiendo los fines de semana de arte, monasterios, claustros, naturaleza y vino.

martes, noviembre 07, 2006

















HACIA ADENTRO, HACIA AFUERA.



¡Abuela!, gritaba Clarita, al dar la vuelta a la esquina de la calle y encontrar en el balcón la figura amorosa y cotidiana de su abuela Gloria que levantaba la mirada y sonreía mientras bailaban sus, aún brillantes, ojos negros. Al instante, la labor era abandonada en una silla mientras la cara de Clarita se abría al nuevo encuentro fundiéndose las dos, abuela y nieta, en un abrazo fuerte y cálido. Después el chocolate, los bizcochos y el intercambio apresurado de aventuras del día en el colegio que la abuela replicaba con el relato las peripecias que había disfrutado en su juventud.

¿Para qué necesitas estar todo el día de vigía si sabes que Clarita viene a verte todas las tardes? Decía Elvira a su hermana desde un rincón del salón cuando, una tarde tras otra, Gloria se instalaba en el balcón enredando el tiempo de sus manos y sus ojos con la labor cotidiana del bordado. Gloria se asomaba diariamente al mar gris del asfalto de la calle principal de la ciudad de provincias en la que vivía y revivía la vida de todo quien pasara por su calle.

- Elvira mira a la hija de Dña. Consuelo va casi desnuda con escote, sin manga y esa camisa tan corta, va a coger un resfriado. Estas chicas de hoy aunque son muy listas parece que no saben vestir.

- ¡Qué guapo pasa hoy Don Arturo!. Le sienta bien el nuevo cargo, a su padre le hubiera encantado verle tan honrado y bien situado.

- Esta tarde se ve que no sale Mercedes, ayer tenía catarro y ya pasaron sus amigas a la iglesia camino del rosario.

- Parece que este otoño aún está de primavera, no han caído las hojas del plátano de enfrente.

- ¿Elvira por qué no te asomas un rato? Tú siempre escondida, casi en la oscuridad, parece que tienes miedo a la vida
.

¡No necesito ver la vida de los demás para vivir la mía!, contestaba paciente Elvira a su hermana mientras seguía tricotando jerseys y bufandas para el invierno de toda la familia.

El viento, la luna, la nieve en su balcón, los paseantes en la acera y aquel sol de otoño, que aún al mediodía calentaba su sillón, parecían objetos cotidianos en la vida de Gloria, al igual que las tijeras y la aguja que la acompañaban todo el día. A pesar de su avanzada edad, y las piernas truncadas aquella mañana de abril, esta abuela estaba al tanto de todos los acontecimientos en la pequeña ciudad de provincias.

Elvira, en cambio, vivía ensimismada en un mundo interior ajena a cualquier suceso de la realidad cotidiana de la ciudad que fuera distinto de los que afectaban exclusivamente al mantenimiento de la casa que las dos hermanas compartían desde hace unos años cuando las dos quedaron viudas.

Y es que vivir es un ejercicio que cada uno administra según su saber, querer y poder, hacia adentro, hacia fuera…


Dice José Hierro en un fragmento de un poema del llibro Con las piedras, con el viento

El viento no escucha. No
escuchan las piedras, pero
hay que hablar, comunicar,
con las piedras, con el viento.

Hay que no sentirse solo.
Compañía presta eco
.

sábado, noviembre 04, 2006




LEER EL PAISAJE. Jardín Botánico Atlántico de Gijón.

Acordaros que mañana 5 de noviembre, a las 12 y media de la mañana, siete poetas del grupo ENCADENADOS, leeran poemas de producción propia y de los poetas José Hierro y Gioconda Belli, en el Jardin Botánico Atlántico de Gijón, dentro del ciclo LEER EL PAISAJE.
Esta actividad se enmarca en la programación trimestral del Jardin Botánico Atlántico de Gijon con el objetivo de acercar el goce de la lectura en este espacio natural y permitirá compartir, todos los domingos a los visitantes del Botánico, el disfrutar del placer relajado de la lectura de la prensa con el paseo por los parajes que ofrece el Jardín.
El otoño empieza a estar de un dorado muy atrayente que seguro arrullará vuestros paseos con mantos de hojas del verde al amarillo.
Os dejo un poema de José Hierro, de su libro Cuaderno en New York, 1998, que dedica a su nieta Paula Romero y en el que el poeta nos deja en dos palabras la herencia del secreto acuñado de la vida.
VIDA

Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito ¡Todo! Y el eco me responde ¡Nada!.
Grito ¡Nada! Y el eco me responde ¡Todo!.
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creéis todo
y que, en definitiva, era la nada).

Qué mas da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.


José Hierro, 1998.


Para más información podéis consultar en:

http://www.botanicoatlantico.com/?valor=22352

http://www.arbolesornamentales.com/Botanicoatlantico.htm


miércoles, noviembre 01, 2006



A veces, los amores de otoño brotan sabios, libres, profundos, templados, apasionadamente gozosos y serenos. Entonces también se tocan las estrellas con los dedos.


TÚ, OTOÑO DORADO

Tu voz ronca, pausada
me llama,
reflexionas en mi cuerpo,
me atraes,
han pasado muchos años,
envejeces,
el proceso de la vida
continúa,
cercano al fin, tú creces,
me enamoras,
manantial para mi sed,
me serenas,

alfombras de pasiones
mi regazo,
tú, me regalas mil lunas
de otoño cada día.



La fotografía corresponde a un fragmento de una escultura de un paseante descansado sentado tranquilamente en un banco de la plaza y está tomada en el centro de León.

lunes, octubre 30, 2006


mmm … a las ricas setas.

Estamos en otoño, puedes buscarlas paseando entre los bosques, puedes rescatarlas de la cesta de un amigo que ayer se levantó muy pronto y recogió kilos de estos deliciosos manjares, también puedes asistir a los numerosos talleres micológicos que estos días encuentras por doquier o simplemente ir a aquel restaurante que anuncia HAY SETAS.

Y es que hay muchos aficionados que las recogen, que las conocen, las protegen de otros buscadores, y muchos que las aman. Yo sólo recojo tres o cuatro especies que conozco bien y en los mismos lugares, año tras año, y siempre con amigos que las conocen mucho mejor que yo, porque me dan respeto, mucho respeto, las intoxicaciones que de vez en cuando se producen por imprudencias y desconocimiento.

Dicho todo lo anterior este fin de semana, después de un poco de lluvia y el calor que hemos disfrutado, las setas han empezado a estar en todo su esplendor y yo opté por la cuarta de las fórmulas, es decir ir a un restaurante de confianza con el cartel de HAY SETAS y os diré que disfruté de maravillosos platos de estos vegetales. Níscalos a la plancha, boletos marinados con aderezo balsámico, revuelto de pleurotas con langostinos, Tricoloma ecuestre con ajos y cebolla, revuelto de boletus con foie… en fin que no sabría cual recomendaros. Ni que deciros que el maridaje con un tinto Pradorey, roble de 2003, fue exquisito y es que como dice un amigo “esto es lo que me mata, la satisfacción”.

Os daría más pistas… pero prefiero que lo descubráis por vosotros mismos.
Buena semana.

domingo, octubre 29, 2006



En el muro de las DESTRUCCIONES siempre se puede encontrar la ventana que promete verdes y sosegados paisajes. Intenté colgar la foto en el anterior post sin conseguirlo.

La fotografía está sacada en un molino trasformado en un agradable hotel en Solana de Pisuerga.

viernes, octubre 27, 2006

Cuando la destrucción te rodea, hay que levantar los ojos y buscar ávidamente ventanas que asomen a verdes realidades. La violencia doméstica produce destrucciones interiores... entonces hay que salir al exterior, buscar la ventana, liberarse. A ello dedico estos poemas.


DESTRUCCIONES

I


Has destruido mi casa
y yo la habito.

Has creído destruir mi alma
y yo crezco.

Has querido destruir mis deseos
y yo deseo.

Renazco, crezco, muero
sólo en mi.
Nadie puede destruir
mi alma llena.


II

No me miras,
no hay susurro en tu mirada,
no me dices,
no hay palabras en tu boca,
no me besas.
Tus ojos aplastan
duramente mi alma,
inicias la destrucción
a paso lento.


III

Hoy tu fuego
viene a mí,
te separas sin cenizas
ajeno, externo.
Todo fue
y nada es,
la destrucción aséptica
ha talado mi corazón.
La alegría del alba vacía
impera en mi reino.


IV

En este instante
todo lo aniquilas.
La luz que reluce
hoy se torna fría.

Se rompen las velas,
navego sin guía
por la azul tormenta
que tu horror destila.

Ya no existe nada
todo se vacía,
mi alma está ausente,
en la soledad perdida.

No puedo agarrarme
nada me cobija.
Todo has destruido
mi alma, mi dicha.

Amanezco tibia
tú estás a mi lado,
todo fue un mal sueño
el sol ya lo olvida,
por hoy deja atrás,
la última paliza.

Hoy nace otro día.


V

Se hizo la noche
en su alma de niña.
Lucía el frío nieve
que ella no sentía

Tras los cristales
suave entra la luz
y el hogar se enfría.

La puerta se abre,
el cielo se quiebra,
aparece en el quicio,
avanza hacia ellas,
dos vidas segadas
por otra violenta.

Empañando la aurora
la amarga presencia,
helando sonrisas,
forzando sus miembros,
callando sus gritos,
marcando sus caras,
ahogando su fuerza.

Se hizo ya la noche
en su alma de niña.
Absortas ya viven
la madre y la hija
ahogadas sus fuerzas
por un alma negra
que las paraliza.

Apareció en la mañana,
heló sus sonrisas,
segó su alegría,
nunca más habita
en aquella casa
la luz de la vida.

domingo, octubre 22, 2006

















SAN ANDRÉS DEL ARROYO. Palencia.

“A veces el reposo me llega en un momento de gran actividad. Cuatro elementos piedra, luz, agua y arte, me rodean. La sala capitular me habla, me detengo aunque una masa de gente me rodea. Siento el frío de la piedra bajo mis pies, miro la luz reflejada en los capiteles del claustro frente a mí iluminados, admiro el arte cincelado, troquelado mientras el agua discurre. lentamente en una fuente haciendo sonerías de luna.
Y yo me aíslo, me detengo y pienso”.


Cuando escribí estas líneas estaba en el Monasterio de San Andrés del Arroyo, al norte de Palencia. Lo había disfrutado hace algunos años y esta vez, aunque la luz estaba preciosa y prometía un goce para el espíritu, una excursión de cincuenta personas coincidió con mi visita y no pude saborear la paz soñada. He de decir también que la monja responsable de acompañarnos en la visita guiada, nos guió tanto que no me dejó ni un solo momento de serenidad para dar una vuelta completa por el Claustro en soledad.

De cualquier forma perderse por las numerosas iglesias y monasterios que aparecen en cualquier recodo del camino del románico palentino es un lujo.
Las fotos, por supuesto, corresponden al claustro del Monasterio de San Andrés del Arroyo.
Para más información:

martes, octubre 17, 2006
















NACIONAL 113

Busqué entre las hayas y los robles,
busqué entre encinas y los sauces,
pregunté al dorado que lucía el camino.
Río arriba seguía al Arlanzón,
río abajo navegaba el Najerilla.

Pareja a mí, iba mi alma debatiendo
entre el gris del desencanto
y la añoranza del rojo atardecer.
La fuerza regia, al fin, impuso
libres paseos de sentimientos.

Me asumí sobrevolando viñas
de rojos frutos y ajenas voluntades
en su exacto punto de maduración.
Fabriqué cual hormiguita la vida
y estoy en este tiempo de otoño.

Es tiempo de recolección áurea
y ahora desprovista de cadenas
disfruto de la paz, mi compañera.


Descubrí la nacional 113 para refugio del espíritu... Sierra de la Demanda, Sierra de Cameros. La fotografía corresponde al bosque mixto frente al enclave del Monasterio de Valvanera

martes, octubre 10, 2006





¿CÓMO SE PUEDE VIVIR EN UN MUNDO SIN ABRAZOS?

No sentir el suave roce de tu mano
recorriendo expectante mi rostro.

No sentir como fluye la explosión
de mil estrellas en tu corazón hermano.

No sentir el volcán de mi entusiasmo
deshacer tu tristeza en alegría.

Hace cuanto que no sientes
el bullicio de mis besos
rodeando la cintura de tu espalda.

Yerma, infecunda, nocturna
memoria excavando
tu sonrisa en mi recuerdo.

Amanece,

irradiando un sol
de mil rayos de caricias,
se despereza mi alma
entre murmullos del viento,
intentando cavilar
¿cómo se puede vivir
en un mundo sin abrazos?.



sábado, octubre 07, 2006



Ginkgo biloba.

A las seis de la tarde el cielo se puso gris, casi se vistió de negro y Carmencita, vestida de blanco riguroso salió de su casa cerrando tras de sí la pequeña puerta del jardín.

Siete años antes se había despedido con seis palabras: “Dentro de siete años volveremos aquí”. Habían pasado siete veranos, siete inviernos con sus siete primaveras y recién comenzaba a aparecer dorado aquel Ginko biloba que les había cobijado unidos en descansos matinales.

El Ginkgo vivía bien, en un parque aireado y cuidado hasta cualquier extremo posible. Carmencita vivía bien, cuidada y querida hasta cualquier extremo posible.

En estos pasados años cuando recordaba el pensamiento de aquella promesa, lo hacía no sé si con la esperanza de que ella estuviera dispuesta a cumplirla o con la duda razonable de si el objeto de pasión sería bienvenido en aquella postrera ocasión.

La fuerte tormenta descargaba aguas de mil lluvias grises mientras se besaron bajo el Ginkgo. Él se había adelantado, con su traje blanco, su sombrero de ala, la corbata sujeta con aquel alfiler que ella le había regalado mucho tiempo antes. Un ramo de flores amarillas en la mano prestas al encuentro. Y temblaron, temblaron como niños en un primer encuentro, se sintieron besarse, se sintieron profunda y quedamente, sus blancos ciegos ojos se abrieron, después de siete años supieron el por qué nunca se habían separado sus cuerpos y sus almas.

Se habían prometido este encuentro, al celebrar sus bodas de oro, bajo las hojas doradas del Ginkgo. Aunque él llevaba tiempo convertido en polvo de cenizas alimentando las raíces de su árbol preferido.

miércoles, octubre 04, 2006

















NUEVOS SILENCIOS


VI

Caminamos siempre
itinerarios de silencio,
hacia el silencio final,
con paradas temporales
en silencios venideros.


VII

A veces en silencio
bendigo tu nombre,
otras veces quiero
estrellarlo entre nubes,
dejarlo en reposo,
quedamente al aire,
vacío de palabras.


VIII

Hoy, sin diálogo,
ausente tu mirada,
reposo sentimientos,
debates aplazados,
silencios esperados,
esparciendo aromas
de jazmines en mi alma.


IX

Me separa de ti
un silencio lineal,
geométrico espacio,
indefinido y vacío.


X

Camino en silencio
hacia murmullos de agua,
tus caricias van restando
pasión a mis encuentros.




sábado, septiembre 30, 2006


Sonidos de otoño
Creo que este fin de semana entraré de verdad en el otoño, pasearé bosques de incipientes dorados alfombrados de hojas secas, sustituiré el rumor del oleaje por el caer de las hojas a mi encuentro. Leeré poemas en la naturaleza y disfrutaré de las palabras compartidas.
El Jardin Botánico de Gijón estrena Leer el paisaje. Leer en la naturaleza, poemas, un libro, la prensa, leer el paisaje y penetrar en él. En cualquier recodo un banco en el camino y tú inmerso en catedrales verdes disfrutando la magia de las palabras.
Escribí este poema hace dos años un fin de semana parecido a éste disfrutando en verde y dorado paseos en la naturaleza.
SONIDOS DE OTOÑO EN CASTAÑEDA

Suena mi respiración entrecortada,
al despertar el sol de la mañana,
estirando mi cuerpo por un cálido
pasillo de naturaleza desbordada,
bebiendo mi piel el sudor
recién exprimido de mi alma.

Oigo pájaros trinando al sol,
al aire que en su música acompañan,
hojas y humedades que arrugo
con cansado ritmo de pisadas,
quejido de eucaliptos arrancados
y rumor de agua de río entre
dorados árboles, hoy, escoltado.

Suena el rozar de hojas secas,
en el suelo escamosas y mojadas,
el relincho de caballos en mares
colindantes con verdes horizontes,
la llamada de una vaca enamorada
a su galán de noche reposando.

Suenan sonidos de cuerpo y alma,
la explosión de mil gotas de rocío
que fluyen libremente trasfiriendo
la emoción del brillo de los prados
al calor de unas mejillas apuradas.

Suena el sentirse bien por fuera
y dentro, e imaginarte oyendo
el anhelo de tu voz desconocida.

Suena el otoño en Castañeda
como suena la vida cada día
de emociones y pasiones, tejidas,
destejidas, de naturaleza plena.


viernes, septiembre 29, 2006


Escribir la historia de mujeres

Escribir la historia de las mujeres es la presentación de unas jornadas que han organizado la tertulia feminista Les Comadres y la Asociación de mujeres progresistas Sara Suárez Solís, los días 21 y 22 de septiembre, en el CCAI, Centro Cultural Antiguo Instituto de Gijón, para presentar la obra Historia de las Mujeres en España y en América Latina.

Un lujo de ponentes como Mónica Bolufer Peruga, Pilar Folguera Crespo, Mª Angeles Pérez Samper y Pilar Pérez Cantó, profesoras Titulares y Catedráticas, en los dos últimos casos, de Historia Moderna de las Universidades de Valencia, Autónoma de Madrid, Barcelona y Autónoma de Madrid respectivamente, nos fueron desgranando los temas:

- El pensamiento sobre las mujeres y estrategias de vida femenina
- Voces del feminismo
- Mujeres en la realeza y poder político
- Historia de las mujeres en América latina.

La Historia de las Mujeres en España y América Latina, de Ediciones Cátedra, nos habla de las mujeres desde la prehistoria hasta nuestros días, de sus vidas cotidianas, sus trabajos, sus formas de religiosidad, su escritura y su pensamiento, su participación en la vida social y política, así como de las representaciones culturales que históricamente definen lo que denominamos femenino, en paralelo y, a menudo, en contraposición con lo masculino.

Hoy quiero traer a mi espacio a una destacada mujer gijonesa Josefa de Jovellanos y Jove Ramírez (1745-1807), la hermana menor del ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos y, tal vez, mucho menos conocida que él. Maestra y poetisa era conocida como La Argandona, y está considerada la mejor poetisa en lengua asturiana. De ella se conservan numerosos escritos también de ideología ilustrada.

Para saber más sobre Josefa de Jovellanos y Jove Ramírez:
http://www.araz.net/escritores/xovellan.htm
Para saber más sobre el 75 aniversario del voto femenino en España. Discurso de Clara Campoamor en las Cortes el día 1 de octubre de 1931:

martes, septiembre 26, 2006



SILENCIOS

I
En silencio elijo
mi siguiente silencio
y el paso del silencio
me elige a mi.

II

Prendida en silencio
mi mirada
en aquel plato vacío
donde apuraste
las últimas frases
de esta primavera.


III
Silencios limpios,
puros, albos

de camino
en construcción.

IV

Silencios negros,
arropados invisibles,

mueren en silencio
esperando el turno
de mil lágrimas
derramadas.


V
Silencios ausentes
cuando entra en vena
la melancolía,
lenta, irremediable
en los días grises
que oscurecen
mil lunas de abril.



La fotografía corresponde a la Playa de San Lorenzo en Gijón.

domingo, septiembre 24, 2006











Noches de concierto y lunas

En la taberna Sirgos, de la Calle San Bernardo de Gijón, Víctor Álvarez nos cantó sus poemas con la guitarra acompañando su voz. Sus versos, su luna, su búsqueda llenaban la sala.
“Días sin lunas, lunas sin sombras, caminando hacia cualquier lugar donde quieras estar… partiéndome el alma, partiéndome el alma sigo, yo sigo caminando… Cuando llegue mi luna…"







Hoy en la plaza de la Catedral en Oviedo una Diana Navarro bellísma artista, cantaora, de voz potente, limpia, clara, dulce, que envuelta en rojo mantón de Manila cantaba...

“Me he hecho amiga de la luna, para decirle que te quiero.."
Y me arremolinó para siempre a su vera dejando paso a Parrita, el maestro Parrita que finalizaba la noche diciendo...

“Quién me diría a mi que la luna no es una mujer..”
Y yo abrazada a mil lunas añoraba la luna de abril.

Me pierdo sin alcanzarte, luna,
una sed de éxtasis vacía mi boca
y, envuelta en niebla esta noche,
dejas huérfanas mis piernas
y mis labios.

miércoles, septiembre 20, 2006


















TE REGALO UNA OLA


Te regalo una ola.
Aquélla que rozó tus rodillas,
acarició mi pecho,
ascendió a mirarse
en tus ojos y dio
luz a los míos.

Te regalo una ola.
Sí, aquella que siempre
se queda contigo,
que hoy más reluce,
que apasionada se estrella
en la arena esperando
tu encuentro.

Te regalo una ola
que nunca podrá deshacerse
en mil gotas de mar
sin que tú la beses,
que nunca podrá disolverse
en mil gotas de luna
sin que tú la sueñes.

Te regalo la ola,
que reina en mis reinos,
la que viene a ponerte
susurros de azules sargazos,
esmeraldas y rojas pasiones
en tu espalda vacía.

Te regalo una ola
fundiendo deseos,
blandiendo miradas,
hundiendo tus jugos
en mi suave acero.

Hoy, sirena, te regalo una ola.
Y cual hombre cabalga
tus cumbres, pasea tu sexo.

Hoy, sirena, te regalo una ola,
para que nunca te habiten
tus días de sombra y de olvido.



La fotografía pertenece a una ola en Praia grande, en agosto de 2006.

domingo, septiembre 10, 2006



La libertad, Sancho ...

Escuché la noticia de que Blair baraja controlar a los niños conflictivos antes de nacer. Y me pregunto si a los creciditos ¿les instalará un chip que los haga blanditos?. Y pregunto que a los políticos corruptos y a los locos que nos llevan a las guerras, ¿qué les hará? Prosigue Blair diciendo que intervendrá antes del nacimiento del niño que, por su entorno familiar, tiene posibilidades de acabar en la marginación. ¿No será mejor acabar con la marginación? ¿no será mejor acabar con los traficantes de derechos?
No debí de entender bien la noticia, o no la quiero entender, a juzgar por los derroteros por donde me lleva la reflexión.
Esta semana también nos han quitado de cartel, en el Teatro Español de Madrid, una obra de teatro, Lorca eran todos, dicen que por la presión mediática de unas palabras. Y pregunto ¿contra qué puede atentar la libertad de unas palabras?. La obra se estrenará en otro auditorio ya que CCOO ha ofrecido su teatro en Madrid para las representaciones.

No sigo preguntando y me refugio en el Quijote, tomo II, capítulo LVIII, (Que trata de cómo menudearon sobre Dom Quijote aventuras tantas, que no se daban vagar unas a otras). Me quedo con una frase: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos”. Hoy y siempre es bueno que lo recordemos.
La fotografía corresponde a Praia Grande. Una playa cercana al Cap da Roca, en Portugal, un rincón en el que me siento muy libre.

sábado, septiembre 09, 2006



"Una idea clara es un tesoro demasiado valioso para dejar que se pierda" dijo Caroline Gilman hace muchos años. Ella era escritora estodunidense (1794-1888).
¿Será este pretensión que nos hace escribir y contar historias, revivirlas, guardar momentos... o será la falta de ideas claras lo que nos hace escribir para iluminar el oscuro rincón de nuestra mente?.
La fotografía corresponde a un paseo a pie de arena en bajamar por la Playa de San Lorenzo. Gijón.

martes, septiembre 05, 2006


Historias de la playa.

Ella vino del frío. Cada nuevo verano aparecía en la mañana y se tumbaba al sol queriéndose tragarlo todo. La acompañaban su hamaca, su toalla y su frasco azul de bronceador. A veces un libro añadía otro elemento a su parco equipaje para el relax.

Absorta en sus pensamientos permanecía en la playa hasta casi oscurecida la noche, expectante a cualquier paseo a su alrededor, pero relajadamente tranquila y aparentemente dormida la mayor parte del día.

Año tras año ocupaba el mismo sitio, era conocida por los que frecuentaban el mismo sitio en la arena, frente a la escalera 14. La llamaban la gata. Y año tras año en la mañana se repetía la misma escena, la gata llegaba majestuosa con su hamaca, su toalla y un frasco azul de bronceador que extendía uniforme y concienzudamente sobre su piel.

Siempre la observé con atención, pero este año la curiosidad me llamó con más intensidad y en uno de sus aparentes sueños paseé a su lado. Me acerqué al cuadro distraídamente, buscando el secreto de aquel frasco de color azul que año tras año parecía vaciar. Me atraía poderosamente aquella textura de arena y pigmentos tan reales realzando su figura, tan relajadamente real. Aceite para ligar era su contenido y me pareció que este año iba envejeciéndose con ella.

La llamaban la gata y nadie sabía de donde venía exactamente, solo que venía del frío, además de relax buscaba compañía y parecía que quería tragarse el sol para ella sola.
La fotografía corresponde a un cuadro del pintor Juan Zaratiegui, Gata al sol, 2003, técnica mixta sobre tablero, 86 por 61 cms., que se expone en la galería MEDIADVANCED (Galería de arte * espacio creativo).

sábado, septiembre 02, 2006



Adiós al verano.

Adiós al verano, a la playa en verano, a la tranquilidad, a la piel tostada, a las lecturas sosegadas bajo la sombra de una sombrilla, bajo la sombra de aquel árbol que casi tenía olvidado. Adiós a la moratoria estival imprescindible para resguardar el estado emocional de mis neuronas, adiós al pasar de sinsentidos del desequilibrio mundial, adiós a los escabrosos seriales con diseño de programas que inundan las televisiones y demás espacios comunes que no practico.
A la vuelta de las vacaciones me encontré con noticias poco comunes como la conjetura de Poincaré, el universo y su 25% de materia oscura, 5% de materia común y 70% de energía oscura, la enanez de Plutón. A la vuelta volví a leer los diarios de García Martín en los periódicos de siempre, en aquella mesa de mármol con silla de madera, sentada frente al verde paisaje al que tengo el privilegio de asomarme cada día.
Y también me reencontré con el teatro, el cine y la arena y el rumor del agua trasegando nuevos horizontes en la playa donde siguen viviendo las olas junto a la luna a medio crecer y las emociones solitarias o compartidas de palabras y poemas.

Qué más decir si además vinieron a verme tus ojos y ni la materia oscura, ni la energía oscura vi en ellos, sino el brillar de ilusiones compartidas y dos lágrimas reprimidas que acabaron por salir. Brindaré por lo que existe y no existe aún, lo que fue y no será y lo que nos depare este nuevo tiempo.

No digo adiós, sino doy la bienvenida a las ilusiones que están prestas a vivir en el tardo estío y junto al otoño dorado.

lunes, agosto 28, 2006

En este mundo tan rápidamente perecedero que nos gastamos nos han quitado a Plutón. Yo me pasé estudiando toda una vida que el sistema planetario solar tenía nueve planetas, y ahora resulta que Plutón es pequeñito, vamos que no llega a planeta, que no da la talla, que le van a llamar planeta enano, vamos que es una cuestión de tamaño.
¿No es un poco irreverente?

sábado, agosto 26, 2006




Miro al oeste y aparece dorado el atardecer, miro al este y gris plomizo es el horizonte. Ante mí tenho una postal free dice: "Há un momento em que o prazer e o mal estar se confundem. É o momento de procurar uma saida". Me quedo con la mirada al frente y busco la salida.
La fotografía corresponde a un fragmento de una escultura en un parque frente al Mosteiro Os Jerónimos en Belem, Lisboa.

jueves, agosto 24, 2006



Lisboa 7


Lisboa lleva hoy lágrimas de lluvia y brillan sus gastadas piedras.

No disminuye la intensidad de tus pisadas y una lenta cadencia se adueña de mis deseos.

Inmóvil mi espíritu observa el ajetreo del tranvía 28 cuando desciende por Graça, a estas horas abarrotado de turistas, 23 asientos y 39 ocupantes de pie.

Tus ojos expectantes desbordados de emoción, tus palabras y tu mismo, prendidos quedasteis en el horizonte de la luna.

No se abrió paso entre la guardia pretoriana que el fado hoy guarda mis sueños.

Hoy conmigo baja el Tejo acompañando suspiros de aire en rizada superficie gris iluminada, mientras en la Baixa se agolpan tus pisadas, aromas y recuerdos.

miércoles, agosto 23, 2006
















Lisboa 6

Sentada frente al Tejo, hoy en tu ventana, entran los sentimientos acompañados por la luz que ilumina tu horizonte, pasan las aguas hoy con matiz verdiazulado, pasan rápidas las nubes ocres, blancas y azules, pasa tu música a pequeños impulsos que no entiendo, a través del humo del cigarro que aspiro y rotundo entra tu aroma.
Y pasa el ajetreo de dos trenes en distintas direcciones. Si tengo que escoger hacia donde caminar no sabría que dirección tomar, no sé por cual decidirme, si tengo que escoger me quedo refugiada en tu ventana, con la página en blanco a punto de escribir, el delicioso café con espuma de azúcar de tu boca, mi máquina de guardar momentos a mi alcance y aquel libro que tantas veces hemos leído entre las manos.
Y aunque la sirena del barco me avisa de la última llamada antes de zarpar, me quedo en tu ventana que está hecha para mí y mis deseos y dos lágrimas se deslizan por la piel de mis mejillas porque no me voy, porque no me quedo, porque hoy no te tengo.

domingo, agosto 20, 2006

Lisboa 5

Pastelaria Bénard, Rua Garret, 104.

Son las ocho de la tarde, frente a mí tres mujeres ante tres cafés y tres bolos, dos de ellos rellenos de chocolate con aspecto formidable, la luz del Castelo al frente, el viento que juguetón remueve mi falda y los elegantes camareros con delantales blanquísimos envolviendo literalmente sus piernas, camisa blanca, chaleco y pantalón impecables en negro, pajarita también negra y muchos ojos, muchas miradas que pasean a mi alrededor.
Juego a adivinar historias con las miradas que pasan. Si la mirada se acompaña con un ceño fruncido y con un halo de cansancio, son turistas que ha caminado todo el día. De estos últimos hay dos tipos, áquellos que en este atardecer aún les dura la sonrisa de sus ojos expectantes, escudriñan a todos lados, me cruzan la mirada, casi siempre cómplice. Otros pasan sin ver nada. Otras miradas son autóctonas, pasean más tranquilas, degustan los exquisitos pasteles.
Cúanto español se habla, me dice mi acompañante, y es cierto. Salvo las tres mujeres frente a mí y una pareja, tal vez americana, él alto, fuerte, rubio, con canas, ella asiática, fuerte, pequeña y de ojos oscuros y dos niñas, aún no adolescentes que se entretienen con la moda Benetton que nos colorea atractivamente, desde la casa de enfrente, con sus saldos ya al 70%. Alguien hojea un libro y más allá alguien observa un mapa desplegado, otro alguien hace un sudoku, que internacionales son los números.
Los adoquines brillan reflejando la luz eléctrica que comienza a aparecer y fija mi atención en la figura del Café O Brasileira y sus 100 años de existencia y pienso. Pienso si en otros 100 años seguirá estando aquí, si seremos lo suficientemente inteligentes para ello, si nuestro modelo social actual tiene tanta estabilidad como en la centena anterior.
Quiero pensar que siempre existirá esta ciudad, con su aspecto decadente y renovado, en constante trasformación aunque nada parezca que cambie. Quiero pensar que siempre existirá esta ciudad en la que parece que siempre a la vuelta de la esquina me voy a encontrar alguien conocido y sino aparece no importa, ella tiene suficiente atracción y protagonismo para llenar la vida de muchos cien años más.

sábado, agosto 19, 2006

Lisboa 4

Mi rincón preferido en Lisboa se repite en calles y plazas. Una silla y una mesa verde, a veces bajo un árbol, bien en el Parque de Pedro Calmón, frente al teatro São Carlos, en la mesa de al lado de Fernando Pessoa cuando escasean los turistas en el Café O Brasileira, en la subida del Largo de Sta. Lucía o camino del Adamastor en una terracita triangular frente a una farola que divide dos calles frente a mí.
Siempre una silla, una mesa, un libro, mi libreta o tal vez una servilleta de papel recogiendo pensamientos, sentimientos y yo respirando el suave aire de recuerdos, de nuevos encuentros.
También frecuento escaleras de alguna iglesia. Fue en las escaleras de la Iglesia de São Miguel donde me detuve a revisar mi gastada pila digital de la Canon que fielmente me sigue donde quiera que me encuentre. No te ví en el primer momento aunque sentí en el cuello tu mirada. Me volví y dos sonrisas quedaron suspendidas a mitad de camino entre los dos.
Boa tarde, escuché en ese tono casi susurrado. Boa tarde, contesté no dejando escapar las vocales de mi boca tratando de no parecer demasiado extraña. ¿Qué dibujas? A Baiuca, me gusta este rincón. A continuación surgieron en cascada los verdes prados de mi tierra, las aguas torrenteras de las suyas, los incendios en el país vecino, los atardeceres africanos en invierno que dieron paso a escenarios interiores que escogimos para ahondar pensamientos personales. Acabó la tarde en Graça, después de tres exquisitos cafés portugueses en medio del tiempo trascurrido entre mares de palabras y palabras.
Últimamente atardezco siempre en las colinas lisboetas y sus miradores en Graça, Nuestra Señora del Monte, Santo Amaro, Sta. Lucía, Adamastor, el Castelo de São Jorge... siempre una mesa, una silla, un café, un libro y, tal vez, palabras compartidas.

jueves, agosto 17, 2006

GUARDIÁN DE LUNAS

Accediste al título
de guardián de lunas
cuando aquel susurro
de tus dedos en mi espalda
congujó oleajes
de vehemencia incontrolada.

Cómplice un arco de luna
triunfaba plateado en la noche
mientras el mar proseguía
su intemporal arrullo
desplegando la sangre
de mis piernas y advirtiendo
el brillo de tus ojos chispeantes.

Juego y trémulo deseo suspendido
y palabras trasformadas en silencio
que despierta con tus besos.

Hoy me besan tus recuerdos
como soles sosegados
en la otra orilla de la luna
y tus ojos aún sonríen
tras las calles empedradas
acercando la distancia
que anulada tú recorres.
LISBOA 3

Me cruzaba con su sonrisa todos los días de verano en mi subida al Castelo de Sao Jorge. La encontraba sentada en una silla, al lado de la puerta de su casa, custodiada por cuidadas macetas de flores, con su camisa blanca, un chal de lana color crema sobre sus hombros y un sombrero de paja de ala ancha que daba porte distinguido a su amable y refinada compostura. Todos los días me saludaba y aunque apenas cruzamos unas pocas palabras yo paseaba por la Rua da Misericordia buscando su sonrisa.
Hoy no la he visto, la última vez que pasé por su calle tampoco estaba, sus macetas no tenían flores. Estoy en lo alto del Castelo, tengo la Baixa a mis pies, más lejos el Barrio Alto y Estrela destacando por su gran cúpula blanca, y pienso. Pienso en la fortaleza y fragilidad de la vida, que se acaba y comienza cada día, pienso en las piedras que nos sobreviven y disfruto con la luz iluminando los colores pastel de las casas de Lisboa.
No estaré aquí, ni en ningún sitio y la luz seguirá iluminando las piedras de Lisboa, los colores de la Baixa y el Tejo seguirá dominando lentamente la escena. Pero hoy este momento es mío y lo disfruto. Cuando vuelva a pasar por la Rua da Misericordia evocaré su sonrisa y cómplice me servirá de refugio.

sábado, agosto 12, 2006

LISBOA 2
El Largo de Chafariz estaba tranquilo esa tarde y sólo varias mesas con manteles a cuadros blancos y azules esperaban la presencia de tempranos clientes. Me senté en la mesa más pequeña y pedí un róbalo y media botella de vinho verde.~
Cuando me preguntó el camarero si sería solo un servicio la respuesta fue rotunda, por supuesto que sí. Inmediatamente vino a mi mente otra estancia en esta plaza con un fado sonando en áquel acordeón acompasado. Éramos tres muy jóvenes aquel día, él, yo y mi hija mayor, una menina aún con pañales. El mismo espacio en distinto tiempo, me separaban largos años de proyectos conseguidos a mitad de botella, un parénteis en el que hubo una vida que ya no existía.
Pasaron ante mí imágenes rápidas, sentí que aquel tiempo ya no me pertenecía, se habían despegado para siempre aquellos sentimientos. Hoy había paseado Alfama todo el día y al atardecer leía a Fernado Pessoa y cenaba róbalo grilhado. El día anterior había recorrido 800 kilómetros con la música del concierto de Aute y Silvio en la plaza de toros de las Ventas de Madrid y aquella canción de Silvio Rodríguez aún sonaba en mi mente:
"Ojalá pase algo que te borre de pronto,
una luz cegadora, un disparo de nieve,
ojala por lo menos que me lleve la muerte
pra no verte tanto, para no verte siempre,
en todos los segundos, en todas las visiones".
Y de pronto comprendí la belleza del momento de mi vida, sentirme bien y disfrutarlo. Llamé una amiga para contárselo. Aquel día nací libre y me dí cuenta, lo bauticé con vinho verde en Lisboa, en el Largo de Chafariz.