jueves, noviembre 30, 2006



Hay días que se cruzan dos desconocidas sombras fruto de vivencias afortunadas, desafortunadas, compartidas, olvidadas. De eso se trata este poema, de aquella sombra que deja en el asfalto el rumor de un encuentro inexistente.


Se diría que ya no me conoces,
porque no brillan mis ojos
en tu espejo,
ni la estela de mis pasos
en tu cuerpo,
y las primaveras nacen el otoño
en mi recuerdo.
¿Dónde habitas?
¿por qué nebulosa te conduces
que no veo te deshaces
añorando mi regazo?.

Se diría que ya no me conoces,
si has dudado
que he disuelto en azul frío,
en hielo lago,
el rojo apasionado de tus besos
en mis nubes,
si has pensado que he dejado
de quererte,
de sumar en mi piel humedades
que aún paseas.

Se diría que ya no me conoces,
si no ves que aún busco
la alfombra de rosas extendidas
a tu paso,
si no sabes que aún quedan aromas
en esquinas de mi cama, suaves
remolinos,
a la espera de un encuentro
inexistente.

Se diría que ya no me conoces
si piensas
que, perdida en el bosque
de la duda permanente,
no avanzo,
no navego otras olas, otros lares,
otras lunas que llenen tu vacío.

Se diría que ya no me conoces
si no sabes
el vacío que dejaste.


En la última reunión del grupo Encadenados se propuso la tarea de escribir un poema en el que se incluyera el verso Se diría que ya no me conoces, tomado de un texto de Juan Vicente Piqueras. Ésta es mi aportación.
La fotografía está tomada en Gijón, en el paseo de San Lorenzo, un día gris que sólo miraba el asfalto.


sábado, noviembre 25, 2006




A veces derrengado
llego hasta tu puerta,
digo tu nombre, deseo
que cures mis pies
lastimados por las nubes
con espinas que practico.

Reposo en la madera
aferrado a tu escalera,
no quiero que me veas
destruido, agotado,
incapaz de dar dos pasos
en tus labios y tu nuca.

No me atrevo a perforar
la intimidad de tu regazo,
vuelvo a la negra calle,
abrazo la húmeda noche
esperando que me alcance
un cálido rayo de luna
desde tu lejana aurora.



Me encontré con esta fuente y esta escultura una tarde caminando, ya casi al atardecer, por el centro de la ciudad de Valladolid.


¡GIJÓN SE SALE...!
Estamos de una actividad cultural desbordante, muy participativa y especialmente atractiva para mí.
Acabado el festival de Jazz, estamos con el 44 FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE GIJÓN que se inauguró el jueves 23. Podéis seguir a través del periódico digital del festival todas las películas y actividades.
Además tenemos a OUKA LELE dando en un taller de fotografía y participando en los III ENCUENTROS FOTOGRÁFICOS DE GIJÓN, junto con Chema Madoz, Angel Marcos, Abelardo Morell.
¡Ah! y el jueves 30 en el Café Trisquel, a partir de las 10 de la noche, viviremos Fusión de los sentidos, performance de música y poemas.
En otro ámbito de cosas, y más importante aún, os recuerdo que hoy, 25 de noviembre, se celebra EL DÍA INTERNACIONAL PARA LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES. La Organización de Naciones Unidas ha hecho un llamamiento a todos los países miembros para que protejan a sus mujeres y ayuden a erradicar la violencia contra ellas. Conocer la Ley Integral contra la violencia de género, publicada en el BOE de 29 de diciembre de 2004, es importante y sobretodo seguir luchando para la erradicación de toda violencia contra las mujeres. Amor y maltrato son incompatibles.
Anmistía Internacional. Por los derechos de todo el mundo. Informe Día Internacional para la eliminación de la Violencia contra las mujeres.

sábado, noviembre 18, 2006



VIOLENCIA COTIDIANA

Disfrutamos con la esencia de la improvisación hecha escena cada día, cuerpos en acción, con el movimiento y reposo de los tempos de la música de la realidad marcando los ritmos de personajes cual muñecos de guiñol sin libres argumentos.

Improvisaciones que encontramos al encuentro con la noticia en el periódico habitual, el papel predeterminado que nos toca jugar como único recurso escénico de la gran obra de teatro que es la vida vivida cada día.

A veces puede resultar innecesario el atrezzo. Resulta crudo el desnudo escenario de violencia que algunos días nos ampara, la violencia gratuita, la violencia planificada por una mente política, en conjunción con otras mentes, económicas, políticas, la violencia entre dos seres cara a cara, personajes no ficticios, víctima, agresor, con o sin remordimiento, la violencia contra las mujeres, contra los niños y las niñas, la violencia con la que desayunamos todos los días, reflejada en papel barato de un periódico.

Tal vez interpretamos algunos personajes que nos llevan al espacio íntimo del enfrentamiento gratuito por llegar a la cima, alguna cima recreada, por llegar a poseer la información y sin embargo tan huérfanos de ella en este manipulado mundo que vivimos. “Necesito información, necesito información…” grita una voz en el interior del personaje, mientras le atrapan las noticias que se meten en su cuerpo, en su mente y acaban sepultando la identidad del individuo en este mundo.

Una mirada fugaz, en un momento de escape de la angustia generada por la escena cotidiana, nos regala la aparición de la luna, que está a punto de ser casi llena. Aparece radiante en la ventana, por encima de nuestras cabezas y nos traslada a otros mares de pasión y calma. Y entonces vivimos nuestra propia identidad refugiados en la cuna plateada de sus caricias.

Me asomo a los grafitis que encuentro en la calle, algunos tienen frescura y fuerza que yo quisiera tener en mis palabras. Algunos los recojo con mi cámara. Éste lo encontré paseando por una calle de Zamora.



lunes, noviembre 13, 2006




ROJO UNICORNIO

Resulta chocante encontrarse
un unicornio al caminar,
rojo entre las brumas,
mientras las verdosas praderas,
ineludibles abrazan hoy
al dios del trueno.

En la oscuridad cayó la tarde,
despertó la inquietud negra,
sonó tu flauta dulce
más allá del nacimiento
de cascadas, valles y deseos,
cual dulce bálsamo,
repetitiva, reiterante
de añoranzas que hoy anidan
en mi alma sola, fría.

Con todos los afectos extendidos
en mi alisada falda,
soñé hasta amanecer contigo
acompañada del rumor
de tus caricias.

Y las voces acallaron
mi interior imaginado
cuando la luna inició
su alba despedida.

Algunos atardecer castellanos del otoño semejan lagunas de fuego que me acunan. Éste es un atardecer en la provincia de Valladolid.



domingo, noviembre 12, 2006

















Láminas que nadan en el aire, olas de multicolores metales que quedan varadas a la puerta de tus bodegas. Frank Gehry en acción en Marqués de Riscal. El Ciego. Álava.

Juegos de luces y reflejos donde se aquieta el tiempo para disfrutar de un Jardín zen en la bodega, los sosegados colores que entran de sus viñas, bajo la atenta mirada protectora del Castillo de Peñafiel. Legaris. Peñafiel. Ribera del Duero.

Sugerentes maridajes de bodegas y arquitectura que suman a los excelentes caldos un intenso valor añadido. Os recomiendo los fines de semana de arte, monasterios, claustros, naturaleza y vino.

martes, noviembre 07, 2006

















HACIA ADENTRO, HACIA AFUERA.



¡Abuela!, gritaba Clarita, al dar la vuelta a la esquina de la calle y encontrar en el balcón la figura amorosa y cotidiana de su abuela Gloria que levantaba la mirada y sonreía mientras bailaban sus, aún brillantes, ojos negros. Al instante, la labor era abandonada en una silla mientras la cara de Clarita se abría al nuevo encuentro fundiéndose las dos, abuela y nieta, en un abrazo fuerte y cálido. Después el chocolate, los bizcochos y el intercambio apresurado de aventuras del día en el colegio que la abuela replicaba con el relato las peripecias que había disfrutado en su juventud.

¿Para qué necesitas estar todo el día de vigía si sabes que Clarita viene a verte todas las tardes? Decía Elvira a su hermana desde un rincón del salón cuando, una tarde tras otra, Gloria se instalaba en el balcón enredando el tiempo de sus manos y sus ojos con la labor cotidiana del bordado. Gloria se asomaba diariamente al mar gris del asfalto de la calle principal de la ciudad de provincias en la que vivía y revivía la vida de todo quien pasara por su calle.

- Elvira mira a la hija de Dña. Consuelo va casi desnuda con escote, sin manga y esa camisa tan corta, va a coger un resfriado. Estas chicas de hoy aunque son muy listas parece que no saben vestir.

- ¡Qué guapo pasa hoy Don Arturo!. Le sienta bien el nuevo cargo, a su padre le hubiera encantado verle tan honrado y bien situado.

- Esta tarde se ve que no sale Mercedes, ayer tenía catarro y ya pasaron sus amigas a la iglesia camino del rosario.

- Parece que este otoño aún está de primavera, no han caído las hojas del plátano de enfrente.

- ¿Elvira por qué no te asomas un rato? Tú siempre escondida, casi en la oscuridad, parece que tienes miedo a la vida
.

¡No necesito ver la vida de los demás para vivir la mía!, contestaba paciente Elvira a su hermana mientras seguía tricotando jerseys y bufandas para el invierno de toda la familia.

El viento, la luna, la nieve en su balcón, los paseantes en la acera y aquel sol de otoño, que aún al mediodía calentaba su sillón, parecían objetos cotidianos en la vida de Gloria, al igual que las tijeras y la aguja que la acompañaban todo el día. A pesar de su avanzada edad, y las piernas truncadas aquella mañana de abril, esta abuela estaba al tanto de todos los acontecimientos en la pequeña ciudad de provincias.

Elvira, en cambio, vivía ensimismada en un mundo interior ajena a cualquier suceso de la realidad cotidiana de la ciudad que fuera distinto de los que afectaban exclusivamente al mantenimiento de la casa que las dos hermanas compartían desde hace unos años cuando las dos quedaron viudas.

Y es que vivir es un ejercicio que cada uno administra según su saber, querer y poder, hacia adentro, hacia fuera…


Dice José Hierro en un fragmento de un poema del llibro Con las piedras, con el viento

El viento no escucha. No
escuchan las piedras, pero
hay que hablar, comunicar,
con las piedras, con el viento.

Hay que no sentirse solo.
Compañía presta eco
.

sábado, noviembre 04, 2006




LEER EL PAISAJE. Jardín Botánico Atlántico de Gijón.

Acordaros que mañana 5 de noviembre, a las 12 y media de la mañana, siete poetas del grupo ENCADENADOS, leeran poemas de producción propia y de los poetas José Hierro y Gioconda Belli, en el Jardin Botánico Atlántico de Gijón, dentro del ciclo LEER EL PAISAJE.
Esta actividad se enmarca en la programación trimestral del Jardin Botánico Atlántico de Gijon con el objetivo de acercar el goce de la lectura en este espacio natural y permitirá compartir, todos los domingos a los visitantes del Botánico, el disfrutar del placer relajado de la lectura de la prensa con el paseo por los parajes que ofrece el Jardín.
El otoño empieza a estar de un dorado muy atrayente que seguro arrullará vuestros paseos con mantos de hojas del verde al amarillo.
Os dejo un poema de José Hierro, de su libro Cuaderno en New York, 1998, que dedica a su nieta Paula Romero y en el que el poeta nos deja en dos palabras la herencia del secreto acuñado de la vida.
VIDA

Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito ¡Todo! Y el eco me responde ¡Nada!.
Grito ¡Nada! Y el eco me responde ¡Todo!.
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creéis todo
y que, en definitiva, era la nada).

Qué mas da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.


José Hierro, 1998.


Para más información podéis consultar en:

http://www.botanicoatlantico.com/?valor=22352

http://www.arbolesornamentales.com/Botanicoatlantico.htm


miércoles, noviembre 01, 2006



A veces, los amores de otoño brotan sabios, libres, profundos, templados, apasionadamente gozosos y serenos. Entonces también se tocan las estrellas con los dedos.


TÚ, OTOÑO DORADO

Tu voz ronca, pausada
me llama,
reflexionas en mi cuerpo,
me atraes,
han pasado muchos años,
envejeces,
el proceso de la vida
continúa,
cercano al fin, tú creces,
me enamoras,
manantial para mi sed,
me serenas,

alfombras de pasiones
mi regazo,
tú, me regalas mil lunas
de otoño cada día.



La fotografía corresponde a un fragmento de una escultura de un paseante descansado sentado tranquilamente en un banco de la plaza y está tomada en el centro de León.