lunes, enero 29, 2007




Ayer me permití sustraer a la naturaleza un goce, me regalé mimosas. Persisten aún los fríos días de nieve pero mis queridos amarillos ya doran el paisaje, se alojan en mi alma y los disfruto.


Asoma aún el invierno
más sus fríos no asustan
a mis queridos amarillos.

Doran los caminos
olorosas, alegres,
delicadas mimosas.

Su cálida presencia

reconforta de tanto gris
plomizo y blanco nieve,
y promete multicolores
nuevas flores a mi alma.

jueves, enero 25, 2007



HOY ASTURIAS ES UNA ISLA BLANCA.

Hoy Asturias es una isla, una isla blanca aislada, por carretera y por tren. El paisaje nevado ante mí me recuerda que al fin llegó de verdad el invierno cuando, hace aún tres días, el cuerpo nos pedía ensaladas porque la temperatura era diez grados por encima de lo normal en esta época.

Los tejados blancos y esa luz gris que amenaza la tormenta de nieve me acompañan, el aparato eléctrico añade un poco más de contexto a la realidad y yo, dentro de mi coche, parada en una autopista, rodeada de nieve, y muchos más coches caminando cuanto más a diez por hora, mientras echo de menos un poco de sal en la carretera. Y reflexiono sintiéndome yo también una isla en mitad del frío.

Acabo de leer un maravilloso libro de Susana Tamaro “Donde te lleve el corazón” (Ed.Seix Barral, Biblioteca Breve, 1995) y disfruto con el recuerdo de sus palabras.

“Cada vez que te sientas extraviada, confusa, piensa en los árboles, recuerda su manera de crecer. Recuerda que un árbol de gran copa y pocas raíces es derribado en la primera ráfaga de viento, en tanto que un árbol con muchas raíces y poca copa a duras penas deja circular su savia. Raíces y copa han de tener la misma medida, has de estar en las cosas y sobre ellas: sólo así podrás ofrecer sombra y reparo, sólo así al llegar estación apropiada podrás cubrirte de flores y de frutos”.

Mientras se descongestiona el tráfico estas palabras me sirven hoy de traje de vestir de diálogo conmigo misma. Y pienso que cuando te sientes isla por fuera está bien mirar al interior y hacer como los árboles para seguir creciendo por dentro.
Hoy no llevaba cámara fotográfica, así que la foto de un valle asturiano es de otro día de correrías por los maravillosos montes de nuestro paraíso natural, en concreto del valle de Piango, en Purón.

miércoles, enero 17, 2007




A veces la vida te premia en el camino con seres maravillosos, amigos y amigas de excepción de los que me siento orgullosa y considero un privilegio gozar de su cariño.


DULCE TERESA

No me atrevo a pronunciar
tu nombre
por ver si se escapan
al cielo
las luces de estrellas
que tus ojos irradian,
cuando tu dulce boca
siembra ternura
en mi piel
y derrochas fantasías
de amor
en la nube que habitamos.
Y nos besaremos
bajo el muérdago en este atardecer
para sujetar con cinta de seda
el aire que respiro

contigo.


Al atravesar Castilla borreguitos de nubes gris metálico sobre un cielo azul me acompañaban.

domingo, enero 14, 2007















Me gusta fotografiar las pintadas en las paredes de las ciudades que visito. Ayer recogía las frases que íbamos gritando, pintando el cielo de Madrid, durante la manifestación POR LA PAZ, LA LIBERTAD Y CONTRA EL TERRORISMO.

No me importa la guerra de cifras sobre los números, sino los porqués de los que estábamos allí y la sarta de sandeces que tuvimos que escuchar a lo largo de la semana a los que no apoyaron esta manifestación y por qué no lo hacían. Es vergonzante que la palabra libertad fuera la que estuviera en discusión y que no se apoye mayoritariamente a quienes convocan por la paz, la libertad y contra el terrorismo.

Y dejadme que os cuente las pintadas lanzadas al cielo de Madrid que salían con fuerza durante todo el trayecto.

“A los obispos no los hemos visto”
“Mejor solos que mal acompañados”
“Luego diréis que somos cinco o seis”
“Dónde está, no está aquí, el alcalde del PP”
“Contra ETA todos unidos”
“Por la paz, unidad”
“Zapatero, no estás solo”
“El pueblo unido jamás será vencido”
“ETA escucha, así se lucha”
“Estos muertos no eran de segunda”
“Esperanza y Gallardon se han metido en un cajón”
“Hay más gente con el presidente”

Aplausos sentidos al paso de las Asociaciones de ecuatorianos presentes, las caras serias de los que caminábamos con la rebeldía interior por los asesinatos de ETA, los gritos al aire y al cielo de Madrid que atardecía para fundirse en negro hasta el escenario de la Puerta de Alcalá, que ha visto tantos acontecimientos, en el que finalizó la manifestación.

De vuelta a casa seguimos con la misma reflexión, estábamos los que en ejercicio democrático defendemos la paz y la libertad y luchamos contra el terrorismo.


miércoles, enero 10, 2007



Hay noches que paseo con la luna, acompañada por el rumor de las olas, aunque otras necesito de algunos aditamentos más que me acompañen y al final salen los duendes del deseo y la añoranza. Una de estas últimas noches escribí este poema.

NOCTURNO


Protegida de ensueños la noche
con mis zapatos de nube de algodón,
el vestido naranja de abanicos,
tu retrato de mil espejos rotos,
el abrigo de mil lágrimas grises,
y la maleta de albos recuerdos,
me escapé por la ventana digital
que cierra miradas dirigidas
hacia los infinitos definidos.

Iba en busca de lúcidos paseos,
prestos salieron al encuentro,
mil tesoros de corales naranjas,
margaritas de estrellas enlazadas,
un sauce de cascadas y cristal,
un chopo de lluvia de desierto,
aquel libro de hojas verdes luna,
y tu biblioteca de suspiros.

Sorprendido me hallaste inventando
en la dulce cascada invertida
de tu boca, tu lengua con azar,
jugando caricias y deseos,
que vivieron para ser dichosos,
que viven aún siendo de humo.





La fotografía corresponde a la playa de San Lorenzo de Gijón que, por supuesto, ya conoceréis.

martes, enero 02, 2007




Volvemos a la cotidianeidad de cada día…

Se había levantado, así, envuelta en la frazada, y estaba junto a la ventana, mirando llover. Me acerqué, yo también miré cómo llovía, no dijimos nada por un rato. De pronto tuve conciencia de que ese momento, de que esa rebanada de cotidianidad, era el grado máximo de bienestar, era la dicha”. Desde que leí La tregua de Mario Benedetti tengo grabada esta frase en la memoria y creo que en estas cuatro líneas describe lo que es la esencia de la búsqueda de la felicidad en esta vida.

Estas fiestas han acabado para mi y esta tarde disfrutando de un atardecer en los alrededores de Gijón, recordé (recordar, volver a pasar por el corazón, dice Eduardo Galeano) este sentimiento, tuve la sensación de que la vuelta a la normalidad era la dicha. Disfruté mucho el momento.
Aunque no siempre parece la tregua de la vida tan dulce como la plantea Benedetti en su novela, esta vuelta a la normalidad del nuevo año rota por la violencia, nos ha dejado en la dura realidad, de la que salvamos gracias a la cercanía de los amigos que nos rodean, gracias a los impulsos sostenidos que procuramos, a los atardeceres que se nos ofrecen, a la superación que intentamos y al aprendizaje en el que nos embarcamos… cada día.
La fotografía está sacada en uno de mis sitios favoritos para disfrutar los atardeceres en Gijón, el parque del Cabo San Lorenzo.