sábado, agosto 12, 2006

LISBOA 1
Cómo contaros, amigos, el color de la mies dorada iluminada por el sol del mediodía castellano y la dehesa extremeña poblada de reses bravas sesteando, prolongada su presencia hasta el mismo borde de la autopista con la réplica de toros pintados de colores arcoiris.
Cómo contaros, amigos, que hoy he llorado, cuarta feira en esta tierra, al saber que siguen activos los incendios en Galicia y que Israel sigue incendiando odios y planificando cuatro semanas más de castigo a los territorios del sur del Líbano.
Cómo contaros la cadencia de las voces que me acompañaron con sus fados, ésta vez desde el dial de mi coche, en este atardecer y cómo contaros, amigos, la emoción que siento al pasear la Avenida de Liberdade, el Rossio, la rojiza luz del Tejo acariciando mi cara con su reflejo y la lúa guiñando cómplice en la oscuridad mientras disfrutaba con el último porto frente al Adamastor.
Cómo contaros, amigos, los aromas, sensaciones, deseos y momentos compartidos que me esperan en estos días lisboetas... Eso sí, os traigo a todos en mi mochila y espero que os llegue la energía que me funde y me confunde esta ciudad con la que sueño.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parecer estar viendo, gracias a tus palabras, las calles lisboetas volviendo a descubrir todos los encantos que la capital lusa esconde. Recuerdo una noche contemplando la desembocadura del Tajo desde el Castillo de San Jorge, con Lisboa al fondo.
Aparca recuerdos tristes y disfruta de la belleza

gaia56 dijo...

Gracias Tomás... no lo dudes mis recuerdos tristes cuando piso Lisboa están en el sitio adecuado, o por lo menos en el desván.
Disfruto Lisboa con todos los sentidos