viernes, junio 30, 2006




Ligeramente ladeada su cabeza
duerme en mis manos mi amada
bajo un suave almohadón imaginado
y una manta de etéreo mohair
apoyada encima de sus piernas.

Ese esbozo de sonrisa
de quien sabe deja atrás
casi todo el camino recorrido
mientras espera el placentero
discurrir de un tiempo no llegado.

Hechizado por su piel de luna
vivo al sol sin despertarme
desperezando mi deseo
entre olas y espumas
al rompiente en la mañana.

Inaccesible me presenta
el blanco e inmaculado mármol,
una delicada presencia de quien fue,
ya no es, y fría se ha quedado
en este instante suspendida.

La escultura corrersponde al Museo Atheneum, en Helsinki.

2 comentarios:

gaia56 dijo...

Gracias Tomás por tus sugerencias. Las admito, faltaría más, además creo que tienes razón, al menos en las dos primeras.
Veo que te extraña lo de vivo al sol sin despertarme, ya sabes es la imagen de quien vive la vida sin enterarse de ella.
Repito muchas gracias por leer y aportar...

gaia56 dijo...

Y es cierto.. mejor sin la coma...