lunes, junio 12, 2006



En Finlandia, el país de los mil lagos, el país del agua y los grises cotidianos, descubrí la luz de la noche durante casi todo el día y la luz del día durante casi toda la noche.

En Helsinki conozco dos museos, el Athneum, Museo de Bellas Artes, y el Quiasma, Museo de arte contemporáneo.

En Athneum encontré la obra de una magnífica pintora finlandesa Helene Schjerfbeck (1862-1946) que tanto en los retratos, en los interiores, como en los paisajes, reflejaba la luz tamizada de los grises, el verde de los bosques que aquí te abrazan simplemente todo el día, descubrí los suaves colores del agua y del hielo, el humo distraídamente escapando por la chimenea de una casa enmascarada en el paisaje, descubrí navegar aguas entre brumas.

Allí me encontré con este pequeño cuadro de Helene Schjerfbeck, Escuela primaria. 1908.
Una niña con su uniforme negro, iluminada su cara y su mirada al frente, las manos cruzadas en actitud serena, apenas susurrada su expresión despierta, la espalda recta y la coleta recogiendo el pelo que también parece esperar serenamente. Todo a su alrededor es pálido, casi desvaído, tan sólo su figura iluminada que contrasta con el negro de su ropa. Una niña de la Escuela Primaria en Finlandia, a principios del siglo pasado, atenta, despierta, dispuesta, con toda la vida por delante.

De Quiasma os contaré otro día...

3 comentarios:

ana martinez dijo...

Es curioso, yo contemplé resignación en su rostro. Es lo único que recuerdo de ese cuadro, una abnegada resignación.

Excelente pintora. ¿Mucho disfrutamos con ella, verdad?

Y aún me impresionaron más otros dos cuadros suyos: La convaleciente y La costurera.

Gracias por este estupendo artículo.

Mariadolcas dijo...

Leo con emoción tus observaciones, tus reflexiones, tus descripciones. Son muy interesantes.Gracias por acercarnos un trocito de tu viaje.

gaia56 dijo...

Gracias por leer amigas.
Ana no tengo buena foto de la costurera, pero aún recuerso la expresión de su cara. Que buen cuadro... excelente.
¿Sabes por qué yo no le veo resignación a esta escolar? Pues por la disposición de sus piernas, parecen prestas a caminar...
Lo cierto es que disfrutamos el museo mucho.
loli, ya sabes lo que m encanta compartir.