domingo, noviembre 06, 2005



SOPA DE TRUCHA

Viajé a tierras leonesas para disfrutar del otoño, de la amistad y de la sopa de trucha.

Se come primero la trucha, cocinada en un caldo excelente en el que domina el sabroso pimentón y después se toma la sopa de pan hecha con el caldo de la trucha. Plato muy recomendable.

Se completa con un paseo al lado del río para despedir mis queridos amarillos que exhiben apenas unas pocas hojas dando testimonio de que el otoño avanza inexorable. También muy recomendable.

Por supuesto la amistad imprescindible.

La fotografía está tomada en Castillo de San Pelayo. León

1 comentario:

Anónimo dijo...

mmmm... receta infalible si se disfruta en amistad...