lunes, julio 25, 2005

Hoy necesité la soledad de la noche para acercarme al mar, mientras el agua jugaba conmigo, se acercaba, se alejaba, mojaba mis pies desclazos, coqueteaba reflejos de luz en mi alma...


AMOR BRUJO

Me provoca,
se acerca,
cosquillea
mi estómago.

Persistente
me sigue,
imperceptible,
crece lento,
intenso,
desaparece,
inquieta lo busco,
siento su vacío.

Enigmático,
no da tregua,
avanza silbando
cantos de serpientes,
me atrapa,
los violines me rodean,
sueñan,
me abrazan.

Nueva acometida,
cruce de miradas,
profundos ojos,
empieza el coro
de suaves pisadas.

Giro,
me oculto,
suave arrullo
me conquista,
oscura cueva
apetitosa fruta
que comparto,
penetramos
en un beso prolongado,
me acaricia,
ronronea
una sonrisa
de ojos grises.

Mohines en sus labios
como olas
cabalgan ya mi espalda,
descanso
descalza
a la orilla de su piel.

Cual resorte surge,
me perfora,
domina mis brazos
y mis alas,
ave fénix sobrevuelo,
me deja suspendida
en su pecho
y volamos
sedas de deseo.

Carnosos labios
me recorren,
mil besos de luna
me traspasan,
de frontera
mi cuerpo,
de brújula
sus besos,
respiramos
respirándonos
aromas suspendidos
en mi cintura
buscando
su centro.
... y después pensaba en una vida desaparecida, en una vida cortada de golpe porque estaba en el sitio inoportuno, en el momento oportuno, corría y además parecía pakistaní.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ojalá estos poemas internauticos tuyos tuvieran olor, éste tendría intenso aroma a salitre, del ya todo resecado...
todo se andará

Anónimo dijo...

Me gustaría reseñar que una estrofa compone claramente un simbolo fálico.

Anónimo dijo...

Me refiero a que visualmente una estrofa forma un simbolo fálico