EN LA CARRETERA


Alta la luna observa
como crece la sombra
alargada en la tarde,
vamos rumbo al encuentro
que tarda demasiado,
tristes nubes de ausencia
ya reflejan tus ojos,
pasan lentos compases
del reloj ya marcando
casi lágrimas de espera,
llega rápida la noche 
que me asfixia y lleva
donde se acaba el aire
y como el último canto de cisne
busca alrededor una cómplice mirada
la helada carretera
me devuelve, en su espejo radiante,
la imagen de unos faros que se acercan
y derriten los oscuros brotes
y arriba gozosa la luna guiña
y se abren caminos a tu sonrisa,
a tu calor
              y al borde de tus besos.

TU NOMBRE

Cuando pronuncio tu nombre
una ola resbala por dentro mi piel
y quiero tu contacto de río amigo,
de cálido volcán, quiero
tu tiempo de sonrisa que anide
tu halo y el mío,
promesa y futuro
pero más quiero el hoy
para asirme a tu mano
que desliza pasiones de luna
en mi alma esta tarde,
esta noche, este hoy que ya fue,
que derrite los silencios, la nada,
y quiero sembrarte de paz, de arrullos
y ser tu eje, mi eje
que mueva mi mundo,
tu mundo
al recordarte.