MIRADAS FALLIDAS
Entraba el sol por la ventana. Pablo giró la cabeza y se encontró con Ana que plácidamente dormía. Y recordó dos coletas rubias a los quince años y el primer beso y el primer hijo.
Un ¿qué miras? interrumpió el cálido paseo por la avenida de los recuerdos. El desabrido comentario marcaba otra etapa del camino. Pablo se pregunta cómo las cantarinas voces de antaño llegaron a sonar tan ajenas y lejanas.
La vida nos crece en distintas direcciones, entusiasta vida a veces, participativa y arrolladora otras, en crecimiento constante o dejándote llevar como temprana hoja de un otoño que tal vez no ha sido, que aún no es, pero el aire arrastra por el agua del arroyo de la vida.
Pablo volvió a encontrarse en el lugar donde realmente estaba, a sentirse fuera de aquel nido que tantas veces le había apasionado, en el que tanto había compartido, sin saber cuando y dónde había perdido la dirección de este camino.
Él que, tantas veces, creía haber adelantado o atrasado su paso para seguir el de ella, o tal vez es que nunca se paraba a preguntar qué pasaba y por qué ella sentía tan extraña su cabeza en la almohada al despertar cada mañana.
Entraba el sol por la ventana. Pablo giró la cabeza y se encontró con Ana que plácidamente dormía. Y recordó dos coletas rubias a los quince años y el primer beso y el primer hijo.
Un ¿qué miras? interrumpió el cálido paseo por la avenida de los recuerdos. El desabrido comentario marcaba otra etapa del camino. Pablo se pregunta cómo las cantarinas voces de antaño llegaron a sonar tan ajenas y lejanas.
La vida nos crece en distintas direcciones, entusiasta vida a veces, participativa y arrolladora otras, en crecimiento constante o dejándote llevar como temprana hoja de un otoño que tal vez no ha sido, que aún no es, pero el aire arrastra por el agua del arroyo de la vida.
Pablo volvió a encontrarse en el lugar donde realmente estaba, a sentirse fuera de aquel nido que tantas veces le había apasionado, en el que tanto había compartido, sin saber cuando y dónde había perdido la dirección de este camino.
Él que, tantas veces, creía haber adelantado o atrasado su paso para seguir el de ella, o tal vez es que nunca se paraba a preguntar qué pasaba y por qué ella sentía tan extraña su cabeza en la almohada al despertar cada mañana.
23 comentarios:
Muy buen blog, te felicito. Pasa por mi blog un abrazo
un sabor agridulce
del fallido mirar...
Pero ante tal poema
no pueden"sonar ajenas"
"las cantarinas voces
de antaño"sino repicar
como feroces
reclamos del hoy y del pasado!
Qué bello gaia,te adentras
a mi alma cuando pintas
la indiferencia con tanta
belleza...
♥♥♥besos♥♥♥
No sólo es un escrito, es una realidad, la vida, la monotonía acarrea con esta problemática, y lo malo es que a veces tiene difícil solución.
Gracias por pasar por casa.
Un abrazo
Qué difícil es crecer, y al crecer, pues muchas veces la vida nos lleva por senderos que no pensábamos y ni imaginábamos que podríamos recorrer.
Debemos cuidar las cosas buenas que Dios nos da en esta vida, para que no llegue el día en que nos sintamos como verdaderos extraños, al lado de las personas que nos aman.
Saludos
Esas miradas pronostican adioses.
O la tortura de la cárcel cotidiana.
Besos.
Fallan las miradas como cansa la vida.
Quizás fallen porque falla la tenacidad de la constancia.
O quizás porque hay distancias inevitables.
Besos.
un saludo después de tanto tiempo, decirte que tu blog continua siendo fantastico
un abrazo
Algo falla,
alguien falla.
Falta de sensibilidad,
la maldita rutina...
Egoísmo, cansancio...
no se sabe...solo
las almas grandes
son capaces de mantener
el fuego del hogar...
Muy bien descrito....un beso de azpeitia
Un muy buen texto, donde lo cotidiano, y la falta de reinventarse conspira contra el amor.
Un saludo
Siempre es difícil perder el rumbo y muy duro extraviar el camino.
Los sentimientos son volubles y tus palabras nos ayudan a recordarlo.
Fue un placer recibir tu visita en mi desván y espero que esto sea el comienzo de una bonita amistad.
Por mi parte, sólo puedo tener juicios cariñosos hacia tu página, pues es como un refugio en la alta montaña, un remanso de paz.
Enhorabuena por tu maravillosa forma de escribir.
Un beso y hasta pronto.
Nada es eterno, las situaciones…los sentimientos son maleables, se encuentran sujetos, sometidos, a infinidad de factores que minen…que adocenan…que cambian las texturas, la intensidad de las miradas.
Pero ese cambio no tiene “por que” ser negativo…como ocurre con el vino, al envejecer, al envejecer mejoran.
Muy intenso y profundo tu relato.
Un beso.
las miradas nunca son fallidas...
"Él, que tantas veces había adelantado o retrasado su paso para seguir el de ella" ¿por qué no? Me gusta que las personas caminen nivelando el paso. Un beso
Mientras aguardo con calma un nuevo hechizo con la forma de tus palabras, decirte que me he hecho un asiduo visitante de tu blog.
Tanto es así, que espero que no te importe que haya puesto un enlace en mi página hacia tu particular mundo.
Un beso y a seguir bien.
me apunto a las sabias palabras de Ybris, a veces las distancias son necesarias, aunque sólo sean para agrandar las ausencias.
Veo que la prosa se abre camino irrumpiendo con fuerza en este blog, con un relato más que interesante. Me quedo con esto: "La vida nos crece en distintas direcciones, entusiasta vida a veces, participativa y arrolladora otras, en crecimiento constante o dejándote llevar como temprana hoja de un otoño que tal vez no ha sido, que aún no es, pero el aire arrastra por el agua del arroyo de la vida".
Buen texto para pensar, para reflexionar.
Un abrazo Gus.
lucas gracias por tu felicitación.
mia, ¡que gran poeta eres!
exacto javier, es la realidad de la vida.
roy estoy de acuerdo contigo que dificil es crecer en paralelo.
torosalvaje en estos casos el adios es la salida, ¿no es así?
Ybris cuando la distancia es demasiado larga no hay posibilidad mas que de soltar amarras.
santiago gracias por pasar, espero que estés bien.
azpeitia ¿sólo las grandes almas saben mantener el fuego del hogar?
enrique, existen muchas conspiraciones contra el amor ¿no crees?
gracias alatriste ¡que hermosa figura has utilizado para definir mi espacio!... un refugio de montaña.
javier herque, efectivamente, me gusta tu enfoque, las separaciones pueden ser nuevos crecimientos personales.
miguelo me extraña tu comentario... sí, yo creo que hay miradas fallidas.
mariadolcas, que bueno sería que los dos caminaran al mismo paso.... yo creo que a veces es necesario crecer individualmente para crecer en pareja.
gracias por passear mi espacio. Besos, sonrisas y abrazos para todos.
alatriste me encanta que me hayas puesto un enlace en tu página.
beauseant, efectivamente las distancias individuales son necesarias.
pablo veo que saludas gozoso la prosa en mi blog. Habrá más ¡seguro!
gustavo, la vida misma ¿no?.
Gracias amigos, nos leemos, besos mil, abrazos y mil sonrisas.
¿Para cuándo un nuevo estanque dorado lleno de tus palabras en el que nadar?
¿Para cuándo una nueva entrada?
Je, je, je.
Besos.
Veo que tras dominar el verso ahora te lanzas a conquistar la prosa, un relato precioso. Espero que ocincidamos de nuevo en la próxima Semana Negra que se avecina. Un abrazo.
alatriste... no siempre la hoja en blanco es proclive a dejarse emborronar de palabras con sentido o sin él.
alejandro, que follón con la ubicaciópn de la Semana negra ¿no? esperemos poder disfrutar de ella.
besos, abrazos y mil sonrisas a los dos.
Para Gaia:
Gracias por visitar lo que escribo. Descubro esta página de despertares, de extrañezas y todo se torna acogedor, es como si fuéramos niños o jóvenes por un instante. Cambiamos Gaia, cambia de sitio nuestra cabeza a 1000, pero tú tienes una ventaja, el soporte de tu cambio es un antiguo paisaje que luce permanencias. Te felicito de cómo eres, tus pensamientos son toquecitos felices en nuestro portal algo descascarado.
Un beso de xavier
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