
TRISTAN E ISOLDA
I
Suaves notas me deslizan por tus aguas,
una línea de azul horizonte levanta el día,
se despliegan libres velas en el cielo.
Y en ti, Isolda,
la desdicha de un viaje que se acaba
con la dulce venganza que fabricas
el filtro de amor que ya siempre nos engarza.
II
Verde oscuridad es la noche que busco
esperando el abrazo que suavice
la angustiosa pasión que llevo
y llevas dentro.
Libamos juntos el fuego de la espera,
ardemos juntos sueños
que deleitan nuestras horas.
Descubierta la pasión y la traición
imposible la vida sin ahogarnos
en promesas de eterna unión y muerte.
Tristán e Isolda somos,
Isolda y Tristán vivimos
promesas de unión y muerte.
III
Habito la cárcel de mi herida,
sueño tus notas y tus besos,
busco ocarinas de vientos dulces y oleaje
que traigan tus labios a mis besos.
Llegas cuando parto en viaje eterno.
Ya nunca la dicha nos alcanza,
sólo encuentras la fría visita de la muerte
Tristán e Isolda somos,
Isolda y Tristán vivimos
eternos sueños de amor y muerte.
I
Suaves notas me deslizan por tus aguas,
una línea de azul horizonte levanta el día,
se despliegan libres velas en el cielo.
Y en ti, Isolda,
la desdicha de un viaje que se acaba
con la dulce venganza que fabricas
el filtro de amor que ya siempre nos engarza.
II
Verde oscuridad es la noche que busco
esperando el abrazo que suavice
la angustiosa pasión que llevo
y llevas dentro.
Libamos juntos el fuego de la espera,
ardemos juntos sueños
que deleitan nuestras horas.
Descubierta la pasión y la traición
imposible la vida sin ahogarnos
en promesas de eterna unión y muerte.
Tristán e Isolda somos,
Isolda y Tristán vivimos
promesas de unión y muerte.
III
Habito la cárcel de mi herida,
sueño tus notas y tus besos,
busco ocarinas de vientos dulces y oleaje
que traigan tus labios a mis besos.
Llegas cuando parto en viaje eterno.
Ya nunca la dicha nos alcanza,
sólo encuentras la fría visita de la muerte
Tristán e Isolda somos,
Isolda y Tristán vivimos
eternos sueños de amor y muerte.
El Teatro Campoamor de Oviedo, en su 60 temporada de Ópera nos ofreció un maravilloso, Tristán e Isolda. Wagner en la más pura esencia, con una escenografía conceptual muy interesante en la que la luz fue protagonista de excepción. Las voces de Jon Frederic West y Jayne Casselman, Tristán e Isolda, me parecieron de lujo. Es decir disfruté mucho de las cinco horas de Wagner.
La fotografía corresponde al artículo del periódico que a continuación os enlazo.