
Hoy es mi cumpleaños, es tiempo de romper el espejo de lo cotidiano, sentarme a la vera del camino y pensar, dar la vuelta atrás con la mirada y recrear algunos retazos de mi vida. Ilusiones, vuelos, caídas, impulsos que de nuevo se inician cada día. Tengo maravillosas amigas y amigos con quién comparto momentos intensos que bendigo y que me alimentan con su energía y su cariño. Mi madre, mi padre, mis abuelas ya no viven, mis tres hijas me miman, nos mimamos.
CUATRO BELLAS MUJERES
Cuatro bellas mujeres nos mimamos
en la vida madura que ahora llevo.
Todo empezó hace años,
una noche de fiesta castellana,
en la cocina de una casa, cuando
vi la luz por vez primera.
Mamá planchando y yo siguiendo
el curso de los ríos españoles
en los blancos azulejos de cocina,
mi abuela hacía la cena, los pequeños
jugaban al castillo de altas torres
con banquetas y la silla costurera.
Papá llega del trabajo, todo en orden.
La familia reunida ante la mesa.
La ilusión de aprender, escudos
que quisieron impedirme hablar
y me sostuve, areniscas doradas
descubrieron ante mi la libertad.
Tres lunas, tres sonrisas, tres vidas
rodearon mi vivir cada mañana.
Ajetreo infantil y adolescente, amigos,
el esfuerzo del estudio y el deporte,
intercambios culturales, mestizaje.
Alguien quedó atrás. Hace años
nos subimos al tren de un proyecto
que queríamos crecer y crecimos.
Quedó atrás en la distancia.
Había aprendido a caminar sola
cuando tomé mi vida entre las manos
emergiendo de aquella colegiala con dos trenzas,
de aquella niña buena. Todo en orden.
Todo empezó hace muchos años,
Cuando vi la luz por vez primera,
esta luz que aún ahora me derrocha.
Cuatro bellas mujeres nos mimamos
en la vida madura que ahora llevo.