Dedicado a la novia más bonita que conozco y a su marido en el día de su boda.

Entretejidos vuelos de vida
os llevaron a las verdes praderas
que habitáis;
otra boda fue el encuentro,
fusión de dos miradas,
era abril.


Necesitaron unirse las aguas
de dos mares,
unirse los caminos de retorno,
de reposo,
necesitaron pasear vuestros ojos
cual gaviotas en el puerto
y rozar la seda del amor
al conoceros.


Naciste niña, casi adulta,
aprendiste la fuerza de la vida
con sonrisas,
repartiendo miel con tus palabras,
siempre realista con tus sueños.
Y encontraste otra sonrisa
y un gusto por la vida
que es el tuyo,
que es el vuestro.


Y dicen las hadas de la luna
que conviene en estos casos
mimar la esencia de los besos
que un duende os regala cada día,
guardar en la caja de corales
más preciados las rosas
que amanecen vuestra almohada,
y crecer el fruto de la fuerza
que sembráis apasionados.


Que la luz que hoy os habita,
este albo tul que os circunda,
la ilusión que todos compartimos,
os abrace
para seguir sumando
amor a vuestro encuentro.