domingo, marzo 12, 2006
Dejaste que yo te penetrara
fundiendo en rojo tus abrazos,
dejaste que mi boca te posea
inundando de fresas el presente,
intemporal ahondas por mis ríos
líquidas sensaciones añoradas
abriendo a fuego mis sentidos
compartidos, de días y deseos,
enardecida en ti al sentirme
vuelta del revés en tus sueños.
Pero en el albo manto tus pisadas
licúan huellas que trasporta el alma.
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